Arthur Conan Doyle
















Biografía



Doyle se educó en Stonyhurst y estudió medicina en la Facultad de
Medicina de la Universidad de Edimburgo donde conoció al doctor Joseph
Bell , profesor que conminaba a sus alumnos a inferir la mayor cantidad
de información personal posible de sus pacientes a partir de los
detalles más nimios que se hallaban a la vista. Fue el doctor Bell quien
inspiró a Doyle gran parte de la personalidad de Sherlock Holmes.


Doyle trabajó en una consulta en Southsea entre 1882 y 1890. Antes,
en 1880, fue cirujano en el ballenero groenlandés Hope y después sirvió
como médico del ejército en Sudáfrica durante la Guerra de los Boer y a
su regreso le fue otorgado el título de Sir en 1902 por los servicios
prestados así como por los dos libros que escribió sobre el conflicto
bélico sudafricano bajo el título de La guerra en Sudáfrica: sus causas y
su desarrollo.


Doyle comenzó a escribir como diversión contra las largas y tediosas
horas durante las que esperaba a sus escasos pacientes durante sus años
en Southsea. Las dos primeras novelas de Sherlock Holmes que escribió,
Un estudio en escarlata (1887) y El signo de los cuatro (1890)
obtuvieron gran popularidad pero no fue hasta la aparición del primer
relato corto del detective, Un escándalo en Bohemia (Las Aventuras de
Sherlock Holmes), donde el personaje comenzó a instalarse en la
conciencia colectiva con las proporciones en ciernes de un mito. Este
éxito le permitió convertirse en un escritor a tiempo completo a la edad
de 32 años pero pronto se cansó de la serie e intentó "matar" a
Sherlock Holmes a manos del archicriminal profesor Moriarty en su relato
La aventura del problema final (Las Memorias de Sherlock Holmes). Una
multitud de jóvenes británicos comenzó entonces a llevar crespones de
luto en los sombreros y el autor se vio forzado, por petición popular, a
resucitar a su héroe de un modo muy ingenioso. Sherlock Holmes
reaparece en La casa vacía (El Retorno de Sherlock Holmes).


Sin embargo, Doyle siempre prefirió sus otras obras, especialmente
los romances históricos como Micah Clarke, Sir Nigel y La compañía
blanca que, junto con obras de otra índole como Las hazañas del
brigadier Gerard y El mundo perdido (1912), gozaron de gran éxito de
público en su día.


En 1916 declaró en la revista Light que cree en el espiritualismo y
desde entonces hasta su muerte dedica gran parte de su esfuerzo y de sus
obras a esta causa. Uno de sus libros titulado The Coming of the
Fairies (1921) contenía una serie de fotografías de hadas en cuya
veracidad él creía y en el que Conan Doyle expuso sus teorías sobre
estas criaturas. En realidad se trataba de un elaborado engaño al que se
conoce como las hadas de Cottingley.